Sin embargo me parece que el tema ha sido muy manoseado y no sirve de mucho para las personas comunes y corrientes como nosotros el escuchar algunos spots de television o radio donde se mencionan algunos casos o algunos conceptos aislados.
Me he dado a la tarea de buscar mas información que nos permita mirar de una forma mas detallada la gran cantidad de formas de discriminación a la que son sujetas las personas de la tercera edad tanto fuera de casa como dentro de la misma casa donde habitan, creo que les va a sorprender lo que vamos a descubrir a continuación.
Les voy a dejar un par de notas que nos ayudarán a comprender primero el gran problema que se tiene y la enorme población creciente de adultos mayores en nuestro país:
http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=noticias&id=5085&id_opcion=&op=447
Maltrato a personas adultas mayores, problema latente: Ricardo Bucio
Por Ricardo Bucio.
Hace poco tiempo tuvimos noticia de la situación que se vivía en una casa de la colonia Condesa de la ciudad de México, en donde fue grabada la manera en que una mujer, adulta mayor, le pedía a su cuidadora que ya no la golpeara más. La historia se dio a conocer por una denuncia ciudadana de vecinos, quienes constantemente escuchaban gritos. Así se supo que la cuidadora amenazaba y ejercía maltrato contra la persona de la tercera edad. (http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metrópoli/2014/periodismo-de-investigacion-34no-me-pegues-mas-34-1010509.html).
Este caso llena de indignación y, al mismo tiempo, recuerda que no se trata de un hecho aislado sino de un comportamiento que se sigue repitiendo y afecta cada vez a más mujeres y hombres.
El abuso de las personas adultas mayores surge en el seno de una relación en la que hay una expectativa de confianza, y que causa daño o sufrimiento a una persona mayor. Esta definición subraya un hecho característico que lo diferencia de otro tipo de delitos: quien lo perpetra ocupa una posición de confianza en relación a la víctima. El abuso o maltrato puede tomar varias formas: físico, psicológico, emocional, sexual, financiero, o puede reflejar negligencia intencionada o no intencionada que vulnera la integridad física, psíquica, sexual y económica, el principio de autonomía, o algún derecho fundamental que sea percibido por la persona o constatable objetivamente, con independencia del medio donde ocurra (familiar, comunidad, instituciones, etcétera).
En 2010, el censo de INEGI registró a 10.1 millones de personas adultas mayores de 60 años y más, personas que corren el riesgo constante de sufrir consecuencias negativas por percepciones prejuzgadas. A su vez, datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis, 2010) revelan que los principales problemas que tienen las personas adultas mayores son el acceso al trabajo, a la salud y el sufrir maltrato o discriminación. No obstante, para los hombres y mujeres de este sector de la población la percepción es distinta: mientras los hombres enfrentan dificultades económicas, para las mujeres lo que más les preocupa es el acceso a servicios médicos.
Se sabe que la población mundial, en 2025, de las personas de 60 años o más, será más del doble. Se estima que entre el 4% y el 6% de las personas mayores de todo el mundo han sufrido alguna forma de abuso y maltrato. El maltrato de las personas de edad puede llevar a graves lesiones físicas y tener consecuencias psicológicas a largo plazo.
Los malos tratos a las personas de edad se prevé que aumentarán dado que en muchos países el envejecimiento de la población es rápido. El maltrato de las personas mayores es un problema social mundial que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo: es un problema que merece la atención de la comunidad internacional.
En 2002, se creó la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, con la finalidad de garantizar el ejercicio de los derechos de las personas adultas mayores así como establecer las bases y disposiciones para su cumplimiento, mediante la regulación de la política pública nacional para la observancia de sus derechos.
Las personas adultas mayores merecen y necesitan ser vistos desde una perspectiva de derechos humanos, desde la perspectiva de que su inclusión no es una prerrogativa discrecional sino una obligación.
La lucha contra la discriminación requiere de todas las capacidades, de todos los recursos y de la voluntad y compromiso de quienes tienen la responsabilidad de diseñar y operar las políticas y programas públicos. El combate a la discriminación debe ser uno de los ejes principales de la política y la economía en nuestro país, que abarque de manera integral a la sociedad civil, al sector público y al privado.
El Programa Nacional por la Igualdad y la No Discriminación (Pronaind 2014-2018) cuenta con líneas estratégicas a favor de los derechos de las personas adultas mayores.
Tomemos conciencia y rechacemos tajantemente cualquier forma de maltrato hacia las personas adultas mayores.
*Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED)
@ricardobucio
Hace poco tiempo tuvimos noticia de la situación que se vivía en una casa de la colonia Condesa de la ciudad de México, en donde fue grabada la manera en que una mujer, adulta mayor, le pedía a su cuidadora que ya no la golpeara más. La historia se dio a conocer por una denuncia ciudadana de vecinos, quienes constantemente escuchaban gritos. Así se supo que la cuidadora amenazaba y ejercía maltrato contra la persona de la tercera edad. (http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metrópoli/2014/periodismo-de-investigacion-34no-me-pegues-mas-34-1010509.html).
Este caso llena de indignación y, al mismo tiempo, recuerda que no se trata de un hecho aislado sino de un comportamiento que se sigue repitiendo y afecta cada vez a más mujeres y hombres.
El abuso de las personas adultas mayores surge en el seno de una relación en la que hay una expectativa de confianza, y que causa daño o sufrimiento a una persona mayor. Esta definición subraya un hecho característico que lo diferencia de otro tipo de delitos: quien lo perpetra ocupa una posición de confianza en relación a la víctima. El abuso o maltrato puede tomar varias formas: físico, psicológico, emocional, sexual, financiero, o puede reflejar negligencia intencionada o no intencionada que vulnera la integridad física, psíquica, sexual y económica, el principio de autonomía, o algún derecho fundamental que sea percibido por la persona o constatable objetivamente, con independencia del medio donde ocurra (familiar, comunidad, instituciones, etcétera).
En 2010, el censo de INEGI registró a 10.1 millones de personas adultas mayores de 60 años y más, personas que corren el riesgo constante de sufrir consecuencias negativas por percepciones prejuzgadas. A su vez, datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis, 2010) revelan que los principales problemas que tienen las personas adultas mayores son el acceso al trabajo, a la salud y el sufrir maltrato o discriminación. No obstante, para los hombres y mujeres de este sector de la población la percepción es distinta: mientras los hombres enfrentan dificultades económicas, para las mujeres lo que más les preocupa es el acceso a servicios médicos.
Se sabe que la población mundial, en 2025, de las personas de 60 años o más, será más del doble. Se estima que entre el 4% y el 6% de las personas mayores de todo el mundo han sufrido alguna forma de abuso y maltrato. El maltrato de las personas de edad puede llevar a graves lesiones físicas y tener consecuencias psicológicas a largo plazo.
Los malos tratos a las personas de edad se prevé que aumentarán dado que en muchos países el envejecimiento de la población es rápido. El maltrato de las personas mayores es un problema social mundial que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo: es un problema que merece la atención de la comunidad internacional.
En 2002, se creó la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, con la finalidad de garantizar el ejercicio de los derechos de las personas adultas mayores así como establecer las bases y disposiciones para su cumplimiento, mediante la regulación de la política pública nacional para la observancia de sus derechos.
Las personas adultas mayores merecen y necesitan ser vistos desde una perspectiva de derechos humanos, desde la perspectiva de que su inclusión no es una prerrogativa discrecional sino una obligación.
La lucha contra la discriminación requiere de todas las capacidades, de todos los recursos y de la voluntad y compromiso de quienes tienen la responsabilidad de diseñar y operar las políticas y programas públicos. El combate a la discriminación debe ser uno de los ejes principales de la política y la economía en nuestro país, que abarque de manera integral a la sociedad civil, al sector público y al privado.
El Programa Nacional por la Igualdad y la No Discriminación (Pronaind 2014-2018) cuenta con líneas estratégicas a favor de los derechos de las personas adultas mayores.
Tomemos conciencia y rechacemos tajantemente cualquier forma de maltrato hacia las personas adultas mayores.
*Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED)
@ricardobucio
Como pueden ver existe una dependencia gubernamental que esta trabajando para cuidar los derechos de las personas de la tercera edad y cualquiera puede acudir a pedir informes o ayuda según sea el caso porque al final no están solos y hay quien les puede resolver sus problemas en caso de abuso.
Quiero dejarles una lista de los casos en los cuales las personas de la tercera edad pueden sentirse discriminados y que la ley tiene derecho a protegerlos.
En caso de que alguno de ustedes sienta que esta siendo discriminado aquí les dejo el link con el marco jurídico que se promulgo para la ley contra la discriminación que el gobierno decretó y con el cual todos podemos defendernos de cualquier situación tanto externa como interna a la que podríamos estar sujetos.
Discriminación en el Empleo como puede ser el despido por vejez, ofrecer un trabajo que exija un esfuerzo físico no adecuado para su edad, el uso de palabras para despreciar, insultar, denigrar, agredir, abusar del tiempo laboral autorizado, etc.
Discriminación en la Policía, que no sea atendido por un policía por ser viejo, no atender su queja, no orientarle en un proceso, no actuar ante un delito, etc.
Discriminación en la Vivienda, que su casero lo corra por vejez, que sus vecinos lo insulten, agredan, sobajen, sojuzguen, que el casero no ofrezca los servicios básicos de la vivienda, etc.
Discriminación en la Educación, que le nieguen el servicio de educación por su edad, que no le permitan entrar a las instalaciones, que no le permitan el uso de los materiales, que las autoridades usen palabras denigrantes, agresivas o de burla.
Discriminación en la Justicia, que el juez le niegue la ayuda u orientación, que decline a favor de otra persona, que no se le informe de forma adecuada sus derechos, que se le denigre, etc.
Discriminación en los Servicios Sanitarios, se le niegue el uso de los servicio en oficinas públicas o privadas ante una situación extrema, que no estén debidamente aseados, que no se tenga servicio especial para discapacitados, que no se tengan los accesorios, que no se tenga la accesibilidad, etc.
Discriminación en los Bienes y Servicios, que se le niegue el agua, la luz, el drenaje, el alumbrado público, la recolección de basura, el servicio de limpieza, se le niegue la asesoría, la información, etc.
Actos racistas, que sea discriminado por su raza, color, complexión, enfermedad, discapacidad, que se usen palabras o acciones en contra de uno.
Discriminación en la Impartición de la Justicia, que se le niegue la justicia por ignorancia, por sordera, ceguera, discapacidad motriz, demencia senil o alguna otra.
Discriminación en los Medios de Comunicación, que sea atacado públicamente a través de cualquier medio.
Acoso laboral, que el jefe o los dueños lo amedrenten para que renuncie, que le sean negados sus derechos laborales por la edad, que sea agredido, insultado, amenazado, torturado psicológicamente, etc.
Discriminación en el hogar, que sea insultado, agredido, amenazado, torturado por algún familiar, que le sea negada su libertad, que se le oculte bienes y servicios, que se le niegue la comida, agua, que se lo corra del hogar, etc.-
Discriminación en el transporte público, que no se detenga el chofer del transporte, que no permita que suba, que no cedan el lugar especial para personas mayores, que se agredido, amenazado, golpeado, etc.
Discriminación en los servicios de salud, que le sea negado el servicio o la atención médica, que no se le permita el paso, que se le niegue un silla de ruedas, camilla o accesorios médicos, que no se le de consulta, que no se le entreguen medicamento gratuito, que se le niegue la información, etc.
Discriminación por creencias religiosas, que se le separe, retire, agreda o insulte por pertenecer a un grupo religioso determinado.
Como pueden observar hay una enorme lista de conceptos que pueden ser tomado como discriminación, sin embargo siento que la ley aún no contempla los casos específicos porque el tema es muy amplio y muy ambiguo, por ello es aun un asunto delicado de comprobar por lo que será necesario tener en cuenta que ante una demanda puede resultar frustrante no lograr ganar el caso.
Les dejo esta orientación en caso de que estén en este momento siendo sujetos a alguna discriminación, tal vez esto les pueda ayudar un poco.
Es la Ley Federal para prevenir y eliminar la discriminación en Mexico.
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