No dejar que el adulto mayor engorde, una tarea familiar.
Por qué los adultos mayores engordan?
Si nos dedicamos a observar a un grupo de adultos mayores en un salón podremos notar que el 90% de ellos están gordos, es decir que tienen sobrepeso y en algunos casos obesidad mórbida lo cual hace que su vida se vea tan limitada en muchos aspectos que esto desencadenará sin remedio que sus enfermedades y dolencias se incrementen llegando a un punto que estas enfermedades y esta inmovilidad empezará a afectar a toda la familia.
Tal vez algunos de ustedes que están leyendo este tema pensarán; que tengo que hacer para evitar que mi madre o mi padre o mi abuela coman y no tengan actividad física?
Somos tan responsables como ellos mismos de que su peso no aumente ya que esto conlleva muchas enfermedades y dolencias que sin pensar nos van a afectar también a nosotros ya que tendremos que cuidar de ellos no solo en la salud, también en su enfermedad.
Una vejez sana es y será un beneficio también para la familia ya que al tener al adulto mayor en buenas condiciones permitirá que exista un buen ambiente en casa y por consiguiente una mejor relación de todos los integrantes con el familiar..
Les quiero dejar algunos datos de interés que he encontrado en la red y creo que estas cifras nos podrán abrir los ojos ante una realidad que cada día nos alcanza mas y mas y que no sabemos como manejar, la obesidad en el tercera edad se puede volver un problema de salud pública por el gasto que se tendrá que erogar del presupuesto nacional para poder atender a todas las personas mayores de 60 años.
Causas del sobrepeso y la obesidad.
El estilo de vida sedentario, la ingesta excesiva de nutrientes con elevada concentración energética (comida rápida, bebidas azucaradas, etc.), contribuyen al incremento de la obesidad. A pesar de que la génesis de la obesidad está condicionada por unos hábitos alimentarios y estilos de vida inadecuados, también puede deberse a alteraciones metabólicas y trastornos neuroendocrinos, factores sociológicos, componentes genéticos hereditarios e incluso a la interacción entre estos factores. Por ello, el ejercicio físico regular, la promoción de hábitos saludables y dieta equilibrada son algunas de las medidas más eficaces para la prevención del sobrepeso y obesidad.
Podemos diferenciar los distintos tipos de obesidad en el hombre y la mujer, en función de la manifestación y distribución de la grasa corporal:
- a.1) Obesidad abdominal, central o superior (androide). Este tipo de obesidad suele aparecer en el varón y debido a la forma que adopta el cuerpo, también se conoce como “tipo manzana”. La masa grasa se acumula en la región cervical, tronco y abdomen superior. Esta obesidad se encuentra asociada a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
- a.2) Obesidad glúteo-femoral o periférica (ginoide). Este tipo de obesidad es más frecuente en las mujeres y debido a la forma que adopta el cuerpo, también es conocidacomo “tipo pera”. La masa grasa se produce y acumula en las caderas, la región glútea y los muslos. Esta obesidad se asociada a trastornos venosos periféricos (varices).
- a.3) Obesidad de distribución homogénea. No existe un predominio de grasa en ninguna zona del cuerpo, sino que ésta aparece de forma generalizada en el organismo.
A nivel mundial, Estados Unidos es el país con mayor prevalencia de obesidad, ya que un 66% de la población norteamericana presenta sobrepeso y aproximadamente un 32% sufre obesidad. Cabe resaltar que esta prevalencia es mayor en mujeres y en etnias negras e hispanas.
La obesidad es un problema de desequilibrio de nutrientes, de manera que se almacenan más alimentos en forma de grasa de los que se utilizan para satisfacer las necesidades energéticas y metabólicas. ¿Ingieren más energía en forma de alimentos las personas obesas que las delgadas?
Los ancianos obesos del presente estudio tuvieron una ingestión de energía y su correspondiente adecuación significativamente inferior que la de los grupos nutricionales restantes.
Los ancianos obesos del presente estudio tuvieron una ingestión de energía y su correspondiente adecuación significativamente inferior que la de los grupos nutricionales restantes.
http://bvs.sld.cu/revistas/gme/pub/vol.3.(2)_01/p1.html
Ahora bien, la mayoría de los adultos tienden a desarrollar sobrepeso y almacenar grasa con el paso del tiempo, principalmente porque la vida sedentaria (falta de ejercicio) se hace más común y no hay forma de eliminar los excesos acumulados. Es así que no resulta raro que en las personas de más de 65 años el IMC se encuentre entre 24 y 29, que aunque bajo ya es de riesgo para la salud.
Sin embargo, resulta muy importante tener en cuenta cuando haya que valorar los efectos adversos que se deben considerar tanto la magnitud como la distribución de la grasa. Así, la obesidad con un IMC por encima de 30, con una distribución de la grasa en estómago y cuerpo (se reconoce como androide) puede favorecer diabetes, exceso de colesterol, gota, hipertensión y padecimientos del corazón, más comunes en el hombre; pero cuando la distribución es genecoide (en glúteos, muslos y piernas), lo cual sucede en las mujeres con mayor frecuencia, no ocasiona tantos problemas, pero repercute desfavorablemente tanto sobre articulaciones como en columna vertebral, rodillas y tobillos.
Riesgos en ellas
Una de las principales causas por las que la mujer madura sube de peso es la disminución en la generación de hormonas sexuales a partir de la menopausia (última menstruación), ya que ello altera el mecanismo encargado de regular la distribución del tejido adiposo y la proporción entre músculos y grasa. A ello hay que agregar que al organismo le es mucho más difícil metabolizar lípidos y lipoproteínas como lo hacía antes, es decir, la asimilación, aprovechamiento y eliminación de grasas, lo que ocasiona sobrepeso.
Como se indicó en párrafos anteriores, los riesgos de problemas se centran en el aparato óseo de la mujer, pero también se ven afectados otros, siendo los más importantes:
- Artrosis. Enfermedad degenerativa caracterizada por desgaste o destrucción del cartílago y la deformación de la superficie del hueso de una o más articulaciones. En general, envejecimiento y sobrecarga hacen que el cartílago se desgaste, de modo que la articulación pierda su sistema de amortiguación natural y los huesos sufran pequeñas deformidades que se manifiestan a través de dolor y movimiento limitado; afecta sobre todo a las articulaciones que soportan peso o que tienen exceso de movimiento, como caderas (concretamente en ingle y región interna del muslo), rodillas (en su parte interna) o pies.
- Osteoporosis. Enfermedad del esqueleto que se caracteriza por disminución de densidad mineral ósea (calcio y colágeno) debido a desequilibrio en el ciclo de reconstrucción de huesos (se forma menor cantidad de tejido óseo del que se destruye), lo cual ocasiona que los huesos se vuelvan porosos, delgados y frágiles, en consecuencia, susceptibles a fracturarse ante el más mínimo esfuerzo o sin él. Este trastorno es muy frecuente en la edad avanzada, y suele afectar mayoritariamente a mujeres menopáusicas por falta de estrógenos, hormonas que el organismo deja de producir cuando se presenta la última menstruación.
¿Y ellos?
Los hombres de la tercera edad suelen incrementar afecciones en el corazón a partir de la acumulación de grasas, de ahí que podamos hablar de problemas como colesterol elevado, compuesto graso que obtiene nuestro cuerpo a partir de dos vertientes: uno, de la alimentación y el otro, el que elabora el propio organismo.
El colesterol se requiere para desarrollar muchas funciones, como producir hormonas, ayudar en la formación de bilis y vitamina D, y mantener la estructura celular del organismo. Sin embargo, cuando se elevan las concentraciones del compuesto en la sangre se originan problemas de salud, siendo el principal:
- Aterosclerosis. El colesterol suele acumularse en las paredes de las arterias, el cual se suma a residuos de células musculares y sanguíneas y calcio, provocando una placa que se llama ateroma, que de alcanzar un tamaño que dificulte el paso de la sangre produce este padecimiento, el cual se presenta usualmente en las arterias coronarias (las que llevan sangre al músculo del corazón), en la aorta (la más grande del cuerpo), y en las del cerebro y extremidades, sobre todo muslos y piernas. Cuando la placa ateromatosa tapa parcial o completamente las arterias, provoca disminución o ausencia total del flujo de la sangre, lo cual ocasiona que los órganos no reciban suficiente oxígeno para poder trabajar o no lo tengan en absoluto (oclusión completa), produciéndose la muerte de las células. Esto último es lo que se llama infarto y, como se sabe, puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo en donde la sangre deje de circular. Es así que se producen infartos en corazón, cerebro, ojos, intestinos y piernas.
Por otra parte, es de destacar que existen otros padecimientos que son comunes a hombres y mujeres por causa del sobrepeso, entre los que debemos mencionar:
- Gota. Como parte del proceso de renovación diaria de las células que lo conforman, nuestro organismo desecha diariamente un compuesto llamado ácido úrico, que de manera natural se elimina por la orina, pero cuando esto no sucede se acumula en la sangre y se deposita poco a poco en las articulaciones, en forma de cristales, provocando inflamación y dolor muy intenso. Entre las causas por las que el ácido úrico no es eliminado correctamente se pueden mencionar obesidad y diabetes, enfermedades que provocan mal funcionamiento de los riñones, lo que genera la acumulación y determina la aparición de cálculos (piedras formadas por sales y minerales no desechados).
- Hipertensión. La presión alta afecta a un tercio de las personas que superan los 60 años; este mal radica en que las vías sanguíneas más pequeñas se angostan, o bien, las arterias pierden su elasticidad, lo que obliga al corazón a bombear con más fuerza para abastecer de sangre a todos los órganos. Una de las principales causas es la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos, situaciones constantes de estrés y angustia, padecimientos del riñón y diabetes, hábitos de vida sedentarios (con muy poco ejercicio físico), consumo excesivo de sal, tabaco y alcohol.
- Diabetes mellitus. La diabetes es un síndrome caracterizado por la acumulación excesiva de glucosa en la sangre, debido a un deterioro absoluto o parcial de la secreción y acción de la hormona insulina, producida por el páncreas y encargada de mantener los niveles de azúcar normales. Si no se controla puede traer complicaciones como ceguera, daños renales y vasculares, así como amputaciones de piernas.
Existen dos tipos: el primero se desarrolla en personas en las que la producción de insulina es escasa o nula. La mayoría de los pacientes con esta afección la desarrollan antes de los 30 años de edad.
En cambio, la tipo 2 o mellitus se presenta cuando el páncreas continua produciendo insulina, pero el organismo desarrolla resistencia a sus efectos. Generalmente, este tipo de diabetes aparece después de los 30 años.
- Cáncer. De manera muy sencilla, este padecimiento puede explicarse como falla en el mecanismo que regula el desarrollo de las células que se encuentran a lo largo de nuestro cuerpo, hecho que de presentarse provoca que algunas de éstas crezcan sin control alterando su estructura genética, siendo de esta forma las más propensas a desarrollar cáncer. Uno de los factores que pueden acelerar el proceso es la acumulación de grasa en el cuerpo, así como compuestos contaminantes, virus y radiación ultravioleta de los rayos solares.
- http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/obesidad/articulos/peligros-del-sobrepeso-en-la-tercera-edad.html
Consejos para una nutrición adecuada en la tercera edad
Estos son algunos consejos de cara a que la alimentación en esta etapa tardía de la vida sea la adecuada y se cubran las necesidades nutricionales de una persona mayor de 65 años:
- Hacer una lista de la compra con los alimentos que se van a comer en la semana.
- Las comidas deben ser ligeras, sencillas y de fácil preparación.
- Los alimentos deben tener una presencia agradable a la vista para que inciten a comer.
- Fraccionar las comidas en cuatro o cinco veces al día, y no prescindir nunca del desayuno.
- Es aconsejable beber líquidos entre comidas (zumos, batidos...), y suficiente agua para mantenerse hidratado, especialmente en épocas de calor.
- Los alimentos deben ser fáciles de masticar y deglutir.
- Es aconsejable no abusar del consumo de café y bebidas excitantes, al igual que de licores y bebidas azucaradas.
- Aumentar el consumo de alimentos que contengan fibra (legumbres, verduras, hortalizas, etcétera), y alimentos integrales.
- El ambiente a la hora de comer deberá ser relajado y armonioso. Se puede invitar a alguien a comer de vez en cuando para hacerlo más agradable.
- No abusar de la sal ni el azúcar. Para evitar que las comidas resulten insípidas, se pueden añadir especias como romero, pimienta, tomillo, orégano... También se pueden emplear edulcorantes artificiales para preparar dulces y postres caseros, porque con la edad se incrementa la intolerancia a la glucosa y hay que restringir el azúcar.
- Escoger alimentos con un aporte calórico algo menor porque la actividad física es más reducida.
- Cocinar con aceite de oliva preferentemente y, en vez de freír los alimentos, prepararlos mejor al vapor o al horno. Un exceso de grasas puede elevar los niveles de colesterol y provocar sobrepeso u obesidad.
- Es importante tomar leche y productos lácteos, como yogures o queso, para cubrir las necesidades de calcio.
- Hay que mantener en todo lo posible los gustos y hábitos personales para evitar caer en la inapetencia
- http://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/alimentacion-en-las-etapas-de-la-vida/consejos-nutricion-tercera-edad-2919
Como familia es nuestra responsabilidad ayudar a nuestros adultos mayores a no engordar y eso inicia desde la forma de elaborar la lista del supermercado, cuidando los productos que escojamos y tomando conciencia que cualquier cosa que llevemos a casa, seguramente nuestro familiar intentará comer como lo hacemos nosotros.
En un siguiente blog tocaremos el tema del ejercicio en la tercera edad que será la continuación del tema de la obesidad en la tercera edad que hemos mencionado en esta.
En un siguiente blog tocaremos el tema del ejercicio en la tercera edad que será la continuación del tema de la obesidad en la tercera edad que hemos mencionado en esta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario